Monday, January 15, 2007

Yo allí no compro más

El sábado pasado bajé por la tarde a un supermercado de mi barrio (vivo cerca de El Rastro) a comprar queso mascarpone, bizcochos de soletilla y cosas para hacer tiramisú, que al otro día íbamos a comer a casa de mi cuñada. Bueno, pues entré con mi carrito de la compra, lo aparqué, cogí otro carrito para meter las cosas y me sumergí en los pasillos llenos de productos multicolores y de precios varios.

En un momento determinado tuve que preguntar por un producto en concreto y me dirigí a una chica que tenía uniforme del supermercado. Me informó, fue amable... pero al separarnos, no puede evitar rememorar su imagen una y otra vez. Y es que en la encía superior... tenía un solo diente.

No es broma.

Tenía sólo un jodido diente.

Y no pasaría de los 24 años esa chica. Fue entonces cuando casi inconscientemente me puse a fijarme en los empleados del local. Les puedo jurar que aquello era como un cuento de Lovecraft. En serio.

Había un pescadero con un peinado de esos de los pelos parados con gomina que parecía un cruce entre un congrio enajenado y una lumi de la Casa de Campo. Otra chica que estaba reponiendo género a unos 4 metros de mí... pesaría cerca de 200 kilos. Otras dos hablaban de sus novios y de lo que harían en la casa rural que habían alquilado para el próximo finde... y lo que oí era terrorífico. No hay hombre que pueda sobrevivir a lo que yo escuché. Uno de los encargados al que tuve que preguntarle por un descuento... tenía una halitosis galopante que podría derribar al dragón de Eragon sin despeinarse.

Repartidores con la camisa abierta en plan “pechoélobo” que emulaban sin pudor alguno a los dedos de los pies de Frodo y sus amigos hobbits.

El frutero... ¡jóder el frutero!... ¡que pinta de chuloéputa tenía el notas! Cadenas, anillos eminentemente horteras, pendientes.. y una mirada de depravado que te hacía replantearte si de verdad querías o no comprar los melones y calabazas que aquel tipo manipulaba.

Yo he trabajado en supermercados y coño, usando una frase tópica... en mis tiempos no era así.

¿Qué coño os pasa?